miércoles, 5 de marzo de 2008

Odontóloga y Cantante

Que la odontóloga te arregle la caries mientras canta entusiasmadísima Alejandro Sanz no tiene precio.

Me encantaría escucharla cantar Ricky Martin.

En eso pensaba hace un mes cuando salí de la dentista. Me hice una revisación de rutina después de mucho tiempo, me imaginé que iba a tener la boca hecha un desastre, pero no. Sólo dos caries.

De niña me gustaba ir al odontólogo porque era sinónimo de tomar helado. El punto consistía en que me dejaba anestesiar porque luego era necesario tomar un gelatto para que se vaya el efecto. Esa era la excusa super científica que me daba Nelly, mi odontóloga marplatense. "Vos dejate poner esta aguja que después te tomas un helado." (Buen soborno para los niños golosos.)

Pero esta vez la motivación era otra. Quería ir a la odontóloga para escucharla cantar. Si, no es que estoy loca. Pero fue muy graciosa la última vez. De música ambiente sonaba ¡Vale que a lo mejor me lo merezco!... y ella cantaba muy copada la canción al mismo tiempo que me inyectaba la anestesia, esperaba que prenda y me pasaba el torno.

Cantaba muy fuerte a veinte centímetros de mi cara, y yo pensé: Si puede hacer las dos cosas al mismo tiempo y esta más preocupada por cantar que por arreglar la muela, seguro que lo va a hacer muy bien. Ya sé que es raro leer que a alguien le da seguridad una odontóloga cantante pero bueno, a otros les da seguridad las puertas Pentágono y yo no digo nada.

Este mes me fui a arreglar la segunda caries. La primera estaba del lado izquierdo arriba. La segunda abajo a la derecha.

Del lado de abajo la anestesia tarda más tiempo en prender razón por la cual disfruté de tres temas. Y entonces no sólo me cantó, sino que me contó a mi y a su asistente que el domingo no sabía qué hacer, que el domingo se le había presentado inmenso, que algo tenía que hacer. Entonces miró la pared de su casa y dijo "Chamigo, voy a llenar esa pared de fotos de mi familia" y se fue al Shopping a comprar cuadritos. Después al Easy. Ahí compró unas varillas, un serrucho, cola vinílica y los hizo ella. Le quedaron hermosos, dijo.

A ella le gusta hacer cosas con las manos, como a su Nona.

Esta abuela, cuando alguien preguntaba ¿Qué estas haciendo, nona? Ella contestaba PEDOS. Y valga la aclaración: "porque al dueño es al único que le gustan".

Esta mezcla de profesión sádica y familia escatológica hizo que esta mujer de unos 30 años y acento correntino me cayera muy bien.

Esta vez no la escuché cantar Ricky Martin, pero en el repertorio estuvo: Julieta Venegas, Sergio Dalma y David Bisbal. Y OJO! que mi odontóloga no desafina.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sádica y Escatólogica. Es una muy buena combinación.

Anónimo dijo...

a mi me dan seguridad las puertas pentagono...
me senti ofendida

Anónimo dijo...

Sos la primera persona que saca algo positivo de ir al dentista. Seamos serios, si hay alguién sádico en la relación médico/paciente es el que se sienta en el sillón a que lo torturen... ¡pagando por eso!

Anónimo dijo...

dicen q un odontologo es un medico vago pero mas sadico...dicen